domingo, 27 de septiembre de 2009

7

Me gusta besarte en silencio,
haces que el mundo desaparezca.
Tocarte entre nubes y suspiros ruidosos,
reconocerte entre mis dedos,
descubrirte
pacifica,
ambientada,
acogida entre mis brazos,
mis miradas.
Quedarnos perdidas
con los movimientos,
con el vaivén,
con los círculos,
con la saliva que alimenta
y perdona mis pensamientos
sugestivos.
El dulce olor a tabaco,
y tu rostro impertinente,
relajado, [contemplación del momento].
La sustancia de los roces
cumplieron su efecto.
Y las circunstancias, todo,
termino con el reloj.
Hay que regresar a casa.

domingo, 20 de septiembre de 2009

24 horas más para descubrir
Que se mueven mas aprisa las
Agujas del reloj y se me queda mas el tiempo,
Tirado en nada.
Descubrir que te sigo escribiendo
Aun sin conocerte,
Me pertenece.
Tanto como tu existencia en
Alguna parte del mundo.
Me cuesta compartirte,
Aun que puede mas extrañarte y sentirte
En las aficiones maniáticas
Por tomar café a cualquier hora del día
Y adquirir una nueva hoja de papel para evocarte.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Siento la vivida anomalía en mi cerebro,
Carcomiéndome lenta, callada,
Silenciosa más allá de palabras.
El dolor viene y va a través
De tranvías y autobuses imaginarios,
Existentes dentro de parábolas
Subjetivas que pocos logran
Comprender.
Relación ambivalente
De tecnología y humanidad,
Horas parecidas a velocidad
Luz y cósmica poderosa,
Lenta como un caracol.
Despacio se queda,
Rápido se queda,
Siempre se queda…
Hay una anomalía en mi cerebro.