martes, 15 de diciembre de 2009

Evocaciones, sobre lo que no tendremos.

Los hijos que no se consumaron,
quedaron en sábanas de moteles baratos.
Promesas de supuesta eternidad,
se acabaron con el transcurrir
de un año.
Problemas callados,
brotaban luego con gritos [tormentos y laceraciones sangraban sin sangrar]
El matrimonio que no tendremos.
La casa que jamás habitaremos.
La bicicleta que no usaremos.
El perro que solo imaginamos.
Los aniversarios que no celebraremos.
La cama que no compartiremos.
El silencio derrochado como fuga.
Ruido como cristales quebrados.
Miradas como puñales en el alma.
Los errores como intereses al cliente.
Los aciertos como disimulados matices de colores transparentes.
Tú como el aliento que me priva de la vida.
Yo como el suspiro que te alimenta.
Nosotros sin reciprocidad.
Nosotros que ya no existimos.
Los hijos que no tendremos.